Cuando aparecen problemas de audición, es importante la detección precoz de cualquier deterioro de nuestras capacidades auditivas puesto que, en la adaptación de unos audífonos, una parte clave es el deterioro de las habilidades cognitivas de nuestro cerebro, ya que está conectado con todos nuestros sentidos y la audición está relacionada con la zona del cerebro de las emociones.
Los audífonos ayudan en la mejora de los pacientes con problemas de audición
Si estimulamos la audición correctamente, se puede conseguir que las células que rodean a las células nerviosas muertas puedan suplir a las que han desaparecido. Es lo que se denomina ‘reserva cerebral’ y por ello es importante la estimulación sensorial para mejorar nuestros problemas de audición.
La estimulación sensorial ayuda en los problemas de audición
Es importante la estimulación sensorial para que funcione nuestro cerebro. Con la presbiacusia (pérdida de audición asociada a la edad), además de empezar a tener síntomas como acúfenos o difícil percepción de los sonidos agudos y de las conversaciones, se le suma también otras dificultades asociadas a la edad como gustativas, visuales, olfativas, etc.
Estimulando la audición con el uso de audífonos impulsamos el resto de funciones sensoriales
Está comprobado que estimulando la audición con el uso de audífonos estamos impulsando el resto de las funciones sensoriales (el cerebro está totalmente conectado a nivel de las sensaciones).
La audición es muy importante, por lo que si le damos funcionalidad estamos estimulando el cerebro de igual manera que los otros cuatro sentidos juntos.
Depresión asociada a la pérdida de audición
Uno de los graves efectos de la perdida de audición es la depresión asociada al aislamiento. Una persona que no oye pierde capacidad de interpretar los sonidos. La privación sensorial puede causar un trastorno emocional, lo que puede causar un deterioro orgánico.
Sin la percepción del entorno quedamos aislados, no somos capaces de interpretar las palabras ni las sensaciones o las emociones adecuadamente.
De este modo, al no poder entender a las personas que queremos se pierde la forma en la que se dicen las palabras (pérdida del entorno emocional de la palabra) y esto causa gran frustración e incluso depresión.
En este caso, los centros auditivos somos rehabilitadores de la audición y, con ello, tratamos de hacer felices a las personas con pérdida auditiva, ya que si estas patologías se tratan correctamente se evita la cronicidad del problema. De este modo, ofrecen a la persona mayor fuerza vital y equilibrio.
Los audífonos como solución a la pérdida de audición
Nosotros, los audioprotesistas o audiólogos protésicos, asesoramos a los pacientes seleccionando el audífono que más se ajuste a sus necesidades. Cada adaptación tiene sus particularidades. Para eso hay que basarse en el grado, tipo y localización de la pérdida auditiva, además de tener en cuenta el estilo de vida de la persona.
En la adaptación de los audífonos existe una toma de contacto inicial del paciente con los aparatos y se le va citando, posteriormente, para la programación y los ajustes necesarios, según la experiencia del paciente, con la ayuda auditiva.
Además, se realizan revisiones posteriores por si hubiese una modificación de la pérdida auditiva y así realizar los ajustes necesarios en la programación.
Es importante elegir el audífono adecuado para cada problema de audición, adaptándonos así a las necesidades especificas del usuario. Te ofrecemos un artículo donde hablamos de los diferentes tipos de audífonos disponibles en el mercado.
¿Cómo es la adaptación a los audífonos?
Los pacientes que han pasado mucho tiempo sin oír se deben adaptar de manera progresiva a sus nuevos audífonos, pues si se programan los audífonos con todo el volumen necesario, ciertos ruidos y sonidos pueden ser molestos. Por lo tanto, se irá aumentando progresivamente la potencia necesaria en días posteriores.
Te ofrecemos un artículo donde hablamos de los primeros días con audífonos y la adaptación a los mismos.
¿Qué supone no utilizar el audífono cuando se necesita?
Hay pacientes que desconocen la solución del problema, no reconocen su deficiencia o se niegan a llevar prótesis por razones estéticas.
Sea cual sea el motivo, no poner solución puede llevar a situaciones de aislamiento y de evasión de actividades sociales, entre otros problemas.
Cuando se adaptan unas prótesis auditivas se solucionan de forma eficaz todos estos problemas y mejora notablemente la calidad de vida de las personas con sordera.
Restablecer la capacidad auditiva comporta volver a entablar relaciones sociales, familiares y salir del aislamiento. Asimismo, se mejora la comprensión de una conversación, sobre todo, en situaciones de ruido ambiental.
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