El oído es una parte fundamental en nuestra comunicación puesto que sin una correcta audición la interpretación de los sonidos de nuestro entorno se hace imposible y junto a ello la comunicación con nuestros semejantes.
La comunicación como proceso a través del cual se intercambian ideas, emociones y pensamientos, necesita de un oído que permita la adecuada recepción e interpretación de los sonidos.
Mantener un oído sano y una correcta audición es condición necesaria para escuchar los sonidos de nuestro entorno, es por esta razón que decimos que el oído y la audición son una parte fundamental para asegurar nuestra supervivencia como individuos.
El oído en el desarrollo del lenguaje
Durante Las primeras etapas de la vida y en la que el lenguaje se desarrolla el buen estado del sistema auditivo es una condición fundamental. El lenguaje forma parte del desarrollo de nuestra socialización y humanización.
La capacidad de comunicarnos verbalmente se desarrolla desde los primeros meses de vida hasta la adolescencia
La capacidad de comunicarnos verbalmente se desarrolla desde los primeros meses de vida hasta la adolescencia, y es durante los primeros años de vida cuando tiene lugar la mayor velocidad de aprendizaje y se adquieren los instrumentos básicos para su dominio.
Por esta razón si existen problemas en la audición durante esta etapa de la vida es de vital importancia que podamos detectarlos y ponerles remedio con el fin de no dificultar el correcto desarrollo del lenguaje y la comunicación en el menor.
Partes del Oído
El oído se divide en tres partes: Oído externo, oído medio y oído interno.
- Oído externo: Está compuesto por el pabellón auricular y conducto auditivo externo.
- Oído medio: Formado por el tímpano y la caja timpánica, que contiene una cadena de huesecillos articulados: martillo, yunque y estribo.
- Oído interno: Su parte acústica corresponde a la cóclea (caracol), que contiene el órgano de Corti y las células ciliadas.
El oído se divide en tres partes: Oído externo, oído medio y oído interno.
¿Cómo oímos?
Desde el oído externo recibimos la onda sonora «el sonido» que a su vez es canalizado hacia la membrana timpánica. Cuando el sonido llega a la membrana timpánica provoca una vibración, este movimiento se transmite a la cadena de huesecillos y a su vez hacia la cóclea, generándose movimientos en sus estructuras que estimulan las células ciliadas sensoriales que envían impulsos a través del nervio auditivo transmitiéndose finalmente el sonido hasta el cerebro donde se decodifica la señal y se da sentido al sonido.
A continuación explicaremos el funcionamiento del oído en cada una de sus etapas, desde que le llega un sonido a la parte externa hasta que llega una señal bio-eléctrica al el cerebro, que nos permite oírla.
Oído externo: Al pabellón auricular llegan las ondas sonoras, donde son recogidas y conducidas al conducto auditivo externo, hasta el tímpano.
Oído medio: el tímpano es una membrana, que al vibrar por las ondas acústicas, mueve también la cadena de huesecillos articulados (llamada también cadena osicular) la cual al moverse esta cadena de huesecillos, el estribo que es el último huesecillo, el cual comunica el movimiento a la cóclea o el caracol. En esta etapa se transforma la energía acústica haciendo vibrar el tímpano, y posteriormente en energía mecánica cuando los huesecillos se mueven.
Oído interno: La cóclea o caracol, está relleno de líquido. Al empujar el estribo, el líquido se mueve. Al moverse el líquido, la energía mecánica de los huesecillos moviéndose, se convierte en energía hidráulica.
El órgano de Corti: Contiene las células ciliadas, que se estimulan al vibrar sus cilios con los movimientos del líquido del oído interno. En esta etapa, se transforma la energía hidráulica del líquido en energía bio-eléctrica, que se transmite por el nervio auditivo hasta el sistema nervioso central, donde se procesan.
Nuestro oído requiere cuidados y atenciones específicas
¿Por qué necesitamos dos oídos?
Disponer de 2 oídos sanos nos permite tener mejor percepción en la localización de los sonidos que nos rodean, además de permitirnos una mejor inteligibilidad en ambientes ruidosos y por tanto, mantener una buena percepción el sonido.
Necesitamos dos micrófonos independientes uno del otro, NUESTROS DOS OÍDOS
El centro auditivo del cerebro necesita dos «micrófonos» independientes uno del otro: nuestros dos oídos. Es precisamente por ello que si únicamente trabaja uno de nuestros oídos nos resulta mucho más difícil comprender la voz en un entorno ruidoso o localizar los sonidos.
Antiguamente, los soportes de sonido se grababan con un solo micrófono, esto provocaba que la música y la voz resultaran planas y no sonaban naturales. Esta técnica fue reemplazada hace ya mucho tiempo por la grabación estéreo, en la cual los sonidos se registran con dos micrófonos y suenan vivos y naturales.
Necesitamos mantener un buen nivel de audición en ambos oídos para disfrutar de la vida con plenitud.
Los casos de sordera binaural se encuentran en una situación similar, porque en el ser humano la audición funciona según el principio de la estereofonía.
La comunicación y la hipoacusia
Si tenemos problemas auditivos en edades tempranas que dificultan el desarrollo del lenguaje y provocarán dificultades para una correcta comunicación se puede dar el caso que en etapas adultas del individuo se desarrolle una hipoacusia que dificulte la comunicación.
Un individuo que no capta correctamente el sonido en toda su riqueza de frecuencias e intensidades no va a poder procesar correctamente el sonido y por tanto, no va a poder entender el habla correctamente.
Esto es un grave problema ya que no sólo perdemos la capacidad de tener una buena comunicación sino que se desarrollará un proceso degenerativo a nivel cognitivo.
La audición es un elemento fundamental en la comunicación
Como vemos, tanto en etapas de crecimiento y desarrollo del individuo como en etapas de madurez el peligro de desarrollar problemas para tener una buena comunicación está íntimamente asociado con nuestra audición.
Por esta razón, cuando observamos signos de deterioro auditivo o falta de desarrollo del habla debemos de ponernos en manos de profesionales sanitarios para que nos hagan una evaluación y diagnóstico de nuestra audición, con el fin de evitar el aislamiento que provoca la hipoacusia.
Siempre debes contar con la ayuda de un profesional de la audición
Para ello contamos con especialistas otorrinolaringólogos que se van a encargar de la evaluación diagnóstica, logopedas que van a trabajar en el desarrollo del lenguaje o rehabilitación del mismo y audioprotesistas que van adaptar y ajustar las prótesis auditivas para una correcta audición.
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